Max Morbi –'mórbido' significa blancura delicada, gran nombre para un pizzero– es un firme defensor de una nueva forma de hacer pizza: “La pizza es sobre todo textura. Es necesario un buen equilibrio con el gusto, y somos partidarios de llevarla al terreno de la alta panificación”. Esto lo hacen mediante masas de harina ecológica fermentadas que llegan a cuotas de ligereza como rara vez ha probado en una pizza.
En La Balmesina, abierta desde el 2017, encontrarás tres masas (a partir de masa madre y muchas horas): la clásica, fina y crujiente; una de espelta integral, y la Pala. Esta última, una rectangular para compartir, en porciones. Aplican esta excelencia, también, a todo lo que ponen sobre la masa. La Balmesina está adscrita a Slow Food Barcelona, lo que significa que utilizan un criterio de producto de temporada y proximidad impecable. Usan lo mejor de los dos mundos –Italia y Cataluña– en maravillas redondas como una pizza con sobrasada de Cal Rovira y ricotta ahumada de Lessina. De cabeza: ellos marcan el camino a seguir en la pizza moderna.